Se ha introducido, por vía de las universidades, el debate entre enseñanza pública y privada. Yo conozco las dos. Soy antiguo alumno de la Compañía de Jesús, y antiguo alumno de la universidad pública de Oviedo y de la UNED. Los colegios privados eran mínimos y pertenecientes a órdenes religiosas, tanto de chicas como de chicos, y las universidades eran todas publicas salvo dos, Deusto, perteneciente a la Compañía de Jesús y Navarra perteneciente al Opus Dei.
No pasaba nada, los que podían pagarse un colegio privado iban a los privados y los que no, pues al instituto publico. A la universidad íbamos prácticamente todos porque las matrículas eran absurdas en cuanto a precio, y por lo mismo, porque las universidades privadas, al igual que los colegios eran caros y no se podían pagar. Había becas, y yo mismo fui becario para entrar en la universidad.
La Universidad de Navarra también tenía un sistema de becas, pero para poder mantener esas becas se debían obtener unas calificaciones extraordinarias, casi sobresaliente, por lo que difícilmente se podían mantener, pero desarrollaron otro concepto que era el concepto de estudiante trabajador para la universidad, o los prestamos universitarios a devolver cuando se estaba desarrollando ya un trabajo. Un sistema de universidad americano, se podría decir de campus, facultades, colegios mayores, jardines en un reciento cerrado.
Deusto, exactamente el mismo concepto de campus histórico en recinto cerrado, aunque desconozco el concepto de becas. He sido profesor en Deusto de Derecho de Familia, en másters y lo que puedo decir es que los sueldos que se pagan a los profesores no merecen el trabajo que hay que desarrollar. Se trabaja por la marca y por el ambiente universitario de exigencia que hay.
El debate entre la enseñanza pública o privada, se empezó a torcer con el concepto de enseñanza “concertada”, en la que el Estado interviene de alguna manera en instituciones privadas. En este concepto tuvo un papel muy activo el Opus Dei y la creación de los colegios llamados del “Opus”, con el sistema de sociedad mercantil como propietaria y el sistema de enseñanza religiosa otorgada a sacerdotes del Opus Dei. Estos colegios se han convertido en un verdadero mundo aparte y especial en donde todo gira en torno al establecimiento de un sistema o una estructura católica de vida y familia en donde el Opus Dei es el eje de todo. De ahí se pasan a Navarra y de las facultades de Navarra se puede saber dónde están las preocupaciones o las prioridades de la iglesia católica en cuanto a formación. Por ejemplo, la comunicación, la medicina, el derecho, la economía, en fin, muy social, pero no nos engañemos. Son caras, carísimas, pero tenemos que reconocer que quien sale con un título de estas universidades se lo ha trabajado ad infinitum.
Después de sopesar mucho los dos sistemas de enseñanza, yo no me opongo a que existan centros privados, pero sí me opongo a que el Estado intervenga en los centros privados con fondos. A mí, por ejemplo, puede no gustarme que una mínima parte de mis impuestos lleguen a colegios con una enseñanza definida con la que no estoy de acuerdo. ¿Por qué debo pagar una enseñanza que no me gusta? El argumento es por el derecho a la educación libre, pero esto partiría de una base errónea y es que antes de los concertados la enseñanza no habría sido libre. Era libre, la privada cara, la mayor parte de los estudiantes a la pública y de la pública, de las universidades públicas, han salido profesionales tan brillantes o más que en las privadas.
Es notorio que la apertura a las universidades privadas ha generado una tendencia a la creación de fábricas de títulos, y a la mercantilización de la universidad, cada vez menos templo de la sabiduría. Los estudiantes se buscan para que paguen, no para formarles en una enseñanza de calidad, y esto, unido a los colegios concertados, está generando una desnaturalización de la enseñanza y de los conocimientos.
Me alegro pues del debate, para mí el dilema está claro. El que quiera acudir a un colegio privado o una universidad privada que se lo pague. Si no tiene fondos familiares para ello que se facilite el acceso a becas de libros o becas de estancias o becas de enseñanza. Pero la apuesta es por la enseñanza de todos, y esa es la pública. Inversión en centros públicos, revisión de la carrera de docente para desburocratizarla, enseñanza pública de calidad, oferta docente amplia, laica, avanzada, con internacionalidad.
La enseñanza concertada debe desaparecer. Debe ser sustituido ese dinero por fondos a centros públicos que suban los standars de las instalaciones y que hagan la enseñanza pública la mejor posible dentro del país, para que todo el mundo, en igualdad de condiciones, pueda tener el acceso a la misma educación.
Respecto a los colegios privados y las universidades privadas, por supuesto, que en primaria y secundaria existan y que el que la quiera la pague. Sobre las enseñanzas universitarias privadas, estas han de ser regladas de una manera extremadamente rígida y dura. No es posible no permitir la enseñanza universitaria privada, pero igual que la anterior, el que la quiera que la pague y que los títulos de las universidades públicas tengan el mismo valor que los títulos de Deusto o de Navarra. El resto de las universidades privadas creo que sobran, y si no, que lo demuestren por su calidad.
Enseñanza pública o privada