El proyecto sobre el que trabaja el Govern prevé instalar un muro, a modo de puerta, que cerrará la rada de Ciutadella en caso de riesgo de oscilaciones de agua. Esto debería evitar los efectos de la 'rissaga'. Además, se incluirán unas turbinas de agua que podrán insuflar o quitar agua al puerto en caso de necesidad para mantener siempre un nivel de agua óptimo.
En un principio, este viernes se aprobará en el Consell de Govern el sacar a concurso el proyecto ejecutivo cuyo coste se estima en unos 12 millones de euros. Si se cumplen los plazos previstos, las obras podrían iniciarse en 2027 para estar terminadas en el primer semestre del año siguiente. La inauguración formal de la nueva infraestructura sería poco antes de Sant Joan aprovechando los festejos de la ciudad.
Quejas en Maó
El alcalde Maó, Héctor Pons, ha manifestado su enfado porque considera que el puerto de Llevant debería tener esta infraestructura antes que otros muelles. Pons recuerda que su puerto está expuesto a tsunamis como el sucedido en mayo de 2003 que hundió medio centenar de embarcaciones. El edil añade que, desde entonces, Maó ha ganado en tráfico de barcos de todo tipo por lo que es necesario ampliar la seguridad de los mismos. Además, el hecho de tener una bocana estrecha también facilitaría este tipo de actuación.
Desde el Govern balear le han replicado que Maó es un puerto dependiente del Estado por lo que debería ser el Gobierno central quien financiara esta obra.
A lo que sí se ha abierto Marga Prohens y su equipo es a llevar este tipo de dispositivos para eliminar oscilaciones peligrosas del nivel del mar a otras instalaciones de Ports de les Illes Balears como Fornells. Pero previamente, la presidenta quiere valorar la experiencia en Ciutadella.