Según han explicado sus responsables a Menorcaaldia, el hurto se descubrió el lunes, 16 de junio, cuando el personal se disponía a iniciar la jornada y advirtió la ausencia de las balas. De inmediato interpusieron la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil. Aunque el recuento exacto todavía no se ha cerrado, la dirección de la finca estima que la cantidad sustraída "podría superar el medio centenar".
"Todo lo que se han llevado ya está perdido; estamos seguros de que no lo recuperaremos, pero lo que sí nos gustaría es la máxima difusión posible: cuanta más gente esté advertida, mejor", señalan.
Y añaden con pesar: "Actos así son los que nos hacen desconfiar y nos quitan las ganas de levantarnos cada mañana para afrontar una intensa jornada de trabajo".