El Ajuntament ha explicado que en la edición de 2024 se han desplegado hasta 1.000 metros de la "enramada" en este espacio de la ciudad, que se suma así a la plaça del Bastió y a la del Príncep.
La iniciativa se puso en marcha hace dos años con una "enramada" piloto en la plaça del Bastió, caracterizada por complementar en una sola acción dos vertientes diferentes: la sostenible y la social.
"Cada año se revisan las banderolas antiguas desgastadas y se sustituyen por las nuevas", ha explicado el ayuntamiento en un comunicado.
Están elaboradas a partir de telas recicladas, cedidas por los comercios de Maó. Unas 30 personas del Centre Polivalent Carlos Mir las recortan, las pintan, las cosen y posteriormente cuelgan las piezas.
En Maó, se instalan hasta 24 kilómetros de banderitas de "enramada", la mayoría de las cuales están confeccionadas con materiales derivados del plástico. Así, el consistorio pretende reducir su uso por otros materiales más sostenibles como la tela.