El Hestia Menorca, pese a la derrota abultada ante el San Pablo Burgos (54-85), tiene una vida extra. La derrota del Valladolid en Ourense le permite mantenerse vivo en la Primera FEB. La dinámica no invita al optimismo, pero las cuentas son claras: un triunfo en Valladolid en la última jornada por más de dos puntos permitirá a los menorquines mantener la categoría, y a ello debe aferrarse toda la plantilla. Se lo deben a toda una isla.
Del partido, poca historia: el líder fue muy superior y no dio opción alguna a un Hestia Menorca en depresión, que deberá levantarse para tratar de salvar un proyecto de Primera FEB que se tambalea. Los 17 puntos de Cone y los 15 de Lukovic fueron insuficientes ante la amalgama de recursos visitantes, que mostró por qué es campeón de liga.
No fue bueno el inicio. Sea o no por los nervios, el Burgos abrió el partido con un 0-7 en apenas tres minutos. Hasta pasados cuatro minutos no llegaron los primeros puntos menorquines, obra de Ivanov. Zamora agitó el banquillo y, en apenas un minuto, cambió por completo el cinco inicial. Cone asumió galones y dos canastas suyas pusieron el 8-12 en el marcador. Pero los visitantes se sentían cómodos, superando las alternativas defensivas menorquinas, y pusieron un 10-21 que encendía las alarmas. Cone, desde el triple, y Arteaga, con dos puntos, minimizaron daños para cerrar el primer cuarto con un 15-23.
El segundo cuarto continuó con el mismo guion. El Hestia Menorca seguía errático en ataque, y el Burgos hacía daño tanto en el interior, con un Goloman dominante, como desde el exterior (15-29 tras un triple de Lapornik). Javi Zamora pidió tiempo muerto tras otros dos puntos visitantes. San Pablo no daba tregua y seguía ampliando el marcador: 15-31 a seis minutos del descanso. Los puntos de Cone eran insuficientes para inquietar a un San Pablo Burgos que se gustaba tanto en ataque como en defensa, y que amplió distancias al descanso: 28-45 tras dos triples de Barrera.
La segunda parte no cambió el guion. Las únicas buenas noticias llegaban desde Valladolid, ya que el equipo de Javi Zamora —expulsado con dos técnicas— seguía siendo incapaz de meterse en el partido. Más bien al contrario, el San Pablo Burgos seguía ampliando un marcador que a 3:21 del final del tercer cuarto era de 35-60. El cuarto languideció y se llegó al último acto con un 42-65.
Los diez minutos finales estuvieron de más. El San Pablo Burgos no bajó el listón y se llevó un triunfo solvente que deja al Hestia Menorca con la necesidad de ganar en Valladolid en la última jornada.
