El puerto de Ciutadella ha recibido esta mañana, lunes 23 de junio, el último goteo de visitantes que se desplazan a la isla para vivir las fiestas de Sant Joan. Tras varios días de intensa actividad —en los que el ferry de Baleària desembarcó a la mayoría de pasajeros—, la afluencia de hoy ha sido sensiblemente menor, lo que confirma que el grueso de asistentes ya está en Menorca y que la ciudad se dispone a afrontar las horas centrales del primer día grande.
A las dos en punto, el fabioler montará la somereta y acudirá a la casa del caixer senyor para solicitarle permiso e iniciar el tradicional replec de caixers i cavallers. Con la autorización concedida, comenzará a reunir a la Qualcada, que recorrerá las calles camino del Caragol des Born. En esta plaza, núcleo de la celebración, la música del jaleo acompañará a los caballos en sus tres vueltas reglamentarias antes de que la comitiva se dirija a la ermita de Sant Joan de Missa para la celebración de vísperas. Mientras tanto, en la Contramurada, los asistentes lanzarán avellanas, otro de los ritos que dan color a la tarde.
Con el sol ya cayendo, la Qualcada regresará al casco urbano para protagonizar las corregudes a la plaça y el Caragol de Santa Clara, dos momentos que atraen a cientos de personas y marcan el punto álgido de la jornada. Como dicta la tradición, el día concluirá con la Beguda en la casa solariega del caixer senyor, poniendo el broche final a un lunes que, pese a la menor llegada de viajeros, se anuncia igual de vibrante que en ediciones anteriores.