El Banco de Sangre y Tejidos de Baleares (BSTIB) ha detectado el primer caso autóctono de infección por el virus africano Usutu en España en un donante de sangre de Mallorca asintomático que no había salido de las islas.
Ocurrió en julio de 2024, cuando una muestra de la donación resultó inicialmente reactiva en las pruebas rutinarias destinadas a detectar el Virus del Nilo Occidental, que se realizan a todos los donantes de abril a diciembre para que ese patógeno no se transmita en las transfusiones. Pero esta vez, tras enviar la muestra al laboratorio de referencia del Instituto de Salud Carlos III, los análisis confirmaron que se trataba de una infección por el virus Usutu, según se recoge en estudio que acaba de publicar una revista científica.
"El virus del Nilo y el virus Usutu son como primos o hermanos, tienen una similitud de entre un 76 y un 78 %, y ha sido a consecuencia de esta reactividad cruzada por la cual hemos detectado el primer caso en humanos en España", explica a Efe la directora médica del Banco de Sangre, Teresa Jiménez. El Usutu, descubierto en 1959 cerca del río que le da nombre en Suazilandia, es un arbovirus emergente en Europa, transmitido por mosquitos del género Culex.
El caso de Mallorca se ha clasificado como autóctono porque el donante no había salido de la isla en los meses previos. La doctora indica que el virus llega de África a Europa con las aves migratorias. Al ser Baleares una zona de paso, es posible tener casos de virus de Nilo, razón por la que se realiza el cribado a todos los donantes, que ha conducido a la detección del otro virus.
La única forma de infectarse es la picadura de un mosquito Culex que haya picado antes a un ave infectada. "Quien realmente sufre la enfermedad del virus Usutu son las aves", que constituyen el mayor reservorio del virus, detalla la hematóloga. En humanos, la mayoría de infecciones no generan síntomas, como en el caso de Mallorca, en el que la persona portadora no ha tenido ninguna secuela durante un año.
No obstante, los efectos sí pueden llegar a ser graves si el virus infecta a un paciente inmunodeprimido, por lo que es importante evitar transfundir a un enfermo sangre con Usutu. "Lo importante es ponerle nombre y apellidos a las detecciones porque eso te da conciencia de que hay un virus que está circulando, que es bueno conocerlo", indica la especialista.
Después del caso de Baleares, se encontraron otras dos infecciones en donantes de sangre de Cataluña, también autóctonas porque ninguno de ellos había viajado, lo que demuestra la circulación local del virus.
El estudio que acaba de publicar la revista 'Transfusion', de referencia internacional en medicina transfusional, destaca que las técnicas de cribado del virus del Nilo Occidental permitan detectar infecciones por Usutu, algo que facilita la identificación precoz de donantes infectados y refuerza la seguridad transfusional, especialmente en periodos de mayor actividad de mosquitos.
Avala el artículo un equipo multidisciplinario que incluye a los bancos de sangre y tejidos de Baleares y Cataluña, el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias–CReSA, el Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III y el Bernhard Nocht Institute for Tropical Medicine de Alemania, entre otros.
Jiménez considera este caso de virus Usutu "un ejemplo emblemático del concepto de salud global, que engloba la salud medioambiental, animal y humana" y de las alteraciones en las migraciones debidas al cambio climático.
"En una de esas rutas tan importantes está nuestro archipiélago, luego tenemos que conocer la fisiología animal y tenemos que conocer la salud ambiental para hacer una aproximación global a este problema de salud pública", señala. Jiménez incide en que la investigación que desarrolla el Banco de Sangre "va muy enfocada a conseguir el mejor producto de calidad y de seguridad para el paciente, con lo que tiene una traslación práctica muy inmediata" y además es relevante en la vigilancia de la salud pública.
"Manejamos alrededor de 21.000 o 22.000 donantes al año, con lo que somos una muestra que puede actuar como centinela de alertas epidemiológicas porque tenemos un cribado poblacional muy amplio, desde los 18 hasta los 65 o 70 años", destaca la especialista, que hace hincapié en que "es muy difícil que cualquier proyecto de investigación abarque a tanta población".
Para eso es preciso que haya donantes de sangre. La doctora Jiménez recuerda que, con cada donación se puede ayudar a tres personas que la necesitan y lanza un consejo: "Si alguien quiere hacer un regalo de Navidad, lo mejor es que se haga donante de sangre". EFE