El estudio de capacidad de carga turística encargado por el Consell Insular de Menorca establece que la isla podría albergar un máximo de 107.917 plazas turísticas, lo que supondría un aumento potencial de 23.859 respecto a las actuales. Según el documento, estas plazas se distribuirían en 20.523 en zonas turísticas, 2.330 en núcleos tradicionalesy 1.006 en suelo rústico.
Desde Més per Menorca, su coordinador general Esteve Barceló ha expresado dudas sobre el enfoque del estudio, afirmando que no tiene en cuenta elementos como la disponibilidad real de recursos o el impacto ambiental del turismo. Según Barceló, “el estudio no evalúa adecuadamente la realidad de la oferta ilegal de plazas turísticas, que ya consume una parte importante de la capacidad de carga”.
La formación considera que la metodología empleada prioriza criterios jurídicos vinculados a las plazas ya previstas urbanísticamente, en lugar de incorporar criterios ambientales como la disponibilidad de agua, energía o la capacidad de gestión de residuos. “Un estudio de capacidad de carga debería determinar cuánta presión puede soportar la isla sin comprometer su equilibrio”, ha añadido Barceló.
Més per Menorca ha mostrado su preocupación por la posibilidad de un aumento de la presión turística en suelo rústico, especialmente si no va acompañado de estudios de impacto ambiental detallados. En este sentido, Barceló ha advertido del riesgo de que un incremento turístico en zonas rurales pueda afectar al modelo territorial y paisajístico de la isla.
Según la formación, una de las limitaciones del estudio es la falta de un enfoque multidisciplinar, lo que, en su opinión, hace que no se tengan en cuenta todas las premisas necesarias para calcular con precisión la capacidad real de la isla.