El
sonido de las campanas de las iglesias rompe el silencio que invade las calles de la isla debido al confinamiento de la ciudadanía para evitar el contagio por coronavirus
.
Es una
propuesta del Obispado de Menorca "mostrar nuestro agradecimiento y fraterna solidaridad"
a todas las personas que están trabajando en el área sanitaria, los que mantienen el abastecimiento de alimentos y material de primera necesidad y para los que siguen atendiendo a las personas que se encuentran en situación más vulnerable, como los voluntarios de Cáritas.