La asamblea de Més per Menorca celebrada este sábado mañana ha ratificado su política de control del turismo para redimensionar la capacidad de acogida de la isla. Esto incluye medidas como la limitación de entrada de vehículos en la isla, restringir el uso de recursos naturales como el agua en zonas turísticas, potenciar el servicio de transporte público para acceder a espacios naturales, perseguir con más contundencia el alquiler turístico ilegal o crear una bolsa de plazas turísticas existentes.
Estas conclusiones se han adoptado tras un debate sobre la problemática de la masificación turística en la isla. El objetivo era analizar esta problemática antes del inminente inicio de una nueva temporada turística. Teniendo en cuenta que el debate de la masificación está plenamente presente entre la opinión pública, los menorquinistas han considerado imprescindible que el partido siga reflexionando para extraer propuestas y soluciones a esta problemática.
La falta de vivienda, la saturación de espacios naturales, infraestructuras o servicios, la dependencia económica de un solo sector, el empobrecimiento de la ciudadanía o el agotamiento de los recursos naturales han centrado las críticas a este fenómeno que desde las filas menorquinistas siempre se ha identificado como una emergencia que debe gestionarse.