Ha llegado a Maó el majestuoso yate de vela Adix, una de las goletas clásicas más impresionantes del mundo por su elegancia, dimensiones y diseño tradicional. La embarcación, hoy atracada en el puerto, no solo destaca por su porte y lujo, sino también por estar vinculada a uno de los casos más sonados de contrabando de arte en España.
Esta embarcación fue noticia internacional en 2015, cuando las autoridades francesas interceptaron el Adix en aguas de Córcega y hallaron a bordo el cuadro Cabeza de mujer joven (1906), de Pablo Picasso, escondido en la cabina del capitán. La obra, valorada en más de 25 millones de euros y declarada “inexportable” por el Estado español, pertenecía al entonces propietario del yate, Jaime Botín, expresidente de Bankinter. El banquero había intentado sacar el cuadro del país sin autorización.
En 2020, fue condenado a 18 meses de prisión y a una multa de 52,4 millones de euros, pena que fue posteriormente elevada hasta los tres años de cárcel y una sanción de 91,7 millones. Aunque la condena fue ratificada por la Audiencia Provincial de Madrid y por el Tribunal Supremo, Botín evitó entrar en prisión por motivos de salud. El cuadro fue incautado y actualmente se exhibe en el Museo Reina Sofía.
Construido en 1984 por Astilleros de Mallorca a partir de un diseño de Arthur Holgate, el Adix está fabricado en acero, con superestructura revestida en teca, y alcanza una eslora de 64,9 metros, una manga de 8,9 y un calado de 4,1.
En cuanto a su habitabilidad, el Adix puede alojar hasta diez invitados distribuidos en cinco camarotes —incluida una suite principal, dos dobles y una doble con camas separadas—, atendidos por una tripulación de entre trece y catorce personas. Su interior, renovado en varias ocasiones, combina el estilo clásico con todas las comodidades modernas necesarias para el crucero de lujo o la participación en regatas de prestigio.
Su valor de mercado, estimado en torno a 25 millones de dólares —unos 22 millones de euros—, sitúa al Adix en una franja económica comparable, e incluso superior, a la de la obra de Picasso que transportaba de forma ilegal.