El arte de José Dávila llega a Menorca
Este verano, Albarrán Bourdais presenta “Ensayo de permanencia”, una exposición individual de José Dávila en su sede en Menorca. Se podrá ver del 7 junio al 25 de octubre en la calle Deia 51 de Maó. Para esta primera colaboración con la galería, Dávila ha concebido un cuerpo de trabajo que incluye nuevas esculturas y pinturas, algunas realizadas en la isla con materiales locales.
A través de estas piezas, el artista continúa su investigación sobre el equilibrio, la gravedad, la fragilidad estructural y la arquitectura de la resistencia.
Formado originalmente como arquitecto, Dávila traduce los principios fundamentales del dibujo y la construcción al espacio tridimensional, evidenciando los mecanismos físicos que permiten a los objetos sostenerse y ocupar un lugar en el entorno.
Su interés por las estructuras megalíticas —entre ellas, las talayóticas de Menorca— conecta su práctica con gestos primarios de ocupación del territorio y observación del cosmos, subrayando una dimensión esencialmente humana en la manera de relacionarnos con la materia.
La serie “Inquietud fundamental”, instalada en la planta baja y el primer piso de la galería, está compuesta por esculturas que retoman el acto ancestral de colocar objetos, como una piedra, en el espacio. A partir de combinaciones de fuerzas aparentemente contradictorias, estas obras construyen situaciones de equilibrio inestable, donde la gravedad, más que un obstáculo, se convierte en el agente que sostiene y define la forma.
En diálogo con tradiciones como el minimalismo y el arte conceptual, Dávila reinterpreta materiales comunes —cemento, piedra, acero—, otorgándoles nuevos significados a través de su interacción con el espacio. El uso de marés, piedra local de Menorca, refuerza esta relación entre material, contexto y memoria, y propone una reflexión sobre la correspondencia entre peso físico y peso simbólico.
“Ensayo de permanencia” también presenta la nueva serie de pinturas “Fragmentaciones del espacio interior”, desplegada a lo largo de la casa señorial. Sobre lienzos de lino crudo, Dávila enmarca negativos de formas geométricas primarias —círculos, cuadrados, triángulos— delimitados por aplicaciones de pintura blanca. La tensión entre la organicidad del trazo pictórico y la estructura geométrica plantea una meditación sobre el proceso de construcción de significado, donde repetición, variación e interpretación se cruzan. Las composiciones invitan a pensar en un espacio interior tanto físico como metafórico – el de la complejidad de la mente humana.
Suspendido en el patio central, el móvil “Homenaje al cuadrado” establece un vínculo directo con Josef Albers, artista fundamental en la historia del arte moderno.
Jose Dávila ha sido reconocido con premios como el Baltic Artists’ Award en 2017 y la mención Artist Honorée en el Hirshhorn Museum en 2016. Ha contado con el apoyo de la Fundación Andy Warhol y del Sistema Nacional de Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes de México.
Su obra se encuentra en colecciones internacionales tanto públicas como privadas, tales como el Museo Solomon R. Guggenheim, Nueva York; el Centre Pompidou, París; el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid; la colección Inhotim, Brumadinho; Hamburger Kunsthalle, Hamburgo, entre otras