Maó vivió esta mañana una situación crítica en sus accesos debido al colapso de tráfico, generado por un cambio de planes de muchos turistas que, ante el mal tiempo, decidieron desplazarse a la ciudad para hacer compras o visitar su casco histórico. Las rotondas de la Vía de Ronda se convirtieron en verdaderos embudos, generando retenciones importantes y dificultando el acceso a la ciudad, donde también fue casi imposible aparcar.
Este caos circulatorio coincide con un momento clave: el Consell Insular de Menorca está a punto de publicar su esperado estudio sobre la carga máxima de vehículos que puede soportar la red viaria insular. El informe, que analiza tanto el volumen de turismos turísticos como el parque móvil de los residentes, podría derivar en nuevas restricciones de acceso para el verano de 2026, dentro de una estrategia de movilidad sostenible.
Con este panorama, la isla se enfrenta al reto de equilibrar su atractivo turístico con una infraestructura capaz de soportar los picos de demanda sin perder calidad de vida ni sostenibilidad.